DULCE y AMARGO... Reinventarse en ambos.

jueves, 2 de noviembre de 2006

Arena entre manos

Hubo momentos en los que me senté sin mirar a ningún lugar en particular, a tomar puñados grandes de arena y contar los segundos en que demoraba ésta en salir de mi mano.

Que sensación tan agradable provocan esos miles de miles de granitos, saliendo por algún espacio posible entre dedos y palma... una y otra vez.
Cada vez que pude, volví a repetir la rutina, no era necesario conversar, ni hacer algo especial, solo estar ahí.
Estando en esto y mirando hacia ningún lugar pensaba en este regreso...
Sería diferente esta vez?.
Tantas veces tengo que salir y volver, ya es parte de mi rutina hace más de una década. Pero imaginaba si fuese así en mi interior. Traté de ligarlo cual perfecta metáfora, a lo que vivo en mi vida privada.
Y si, así me sentí. Entrando y saliendo...
Cuántas cosas entran y salen así, cuantas cosas no son posibles de retener??...

Me tumbé sobre la arena caliente y no me importó si mi traje quedaba lleno de estos granitos milenarios... tomaba una y otra vez puñados de arena que me hacían viajar a tantos lugares.
Cómo masticamos la conformidad?
Qué es lo que nos provoca inseguridad?
Y en qué minuto me hice recurrente a pensar en esto?

Ja!!! QUE IMPORTA!!!!!
Sin pensarlo, me quité primero los zapatos y luego el traje. No me importó si había alguien cerca o no (luego comprobé que por lo menos unas 20 cuadras me separaba del siguiente humano en ese lugar) y ya!! me tiré al agua tibia que me abrazó como el mejor abrazo de alguien que me amara de verdad y sí.. FUE INCREIBLE!!!!

Me despojé, así de sencillo.

Muchísimas cosas de las que vivo en mi cotidiano y en este lugar no cambiarán, menos aquellas que no dependen enteramente de mí. Tengo que aprender a convivir con ellas o simplemente sacarlas de mi frente.
Como sea, la que tiene que hacerlo soy yo, nadie más!!

Traigo pegada la alucinación de ese momento, tengo entre dedos mi arena bendita de cristalinos colores. Es una maravilla.

Arráncate, sorpréndete, cambia el giro, esboza una sonrisa... a quién le importa por un minuto?? busca eso que solo puede moverte a ti.
RESPIRA!! o quédate por aquí un rato, para que toques el sentido de la embriaguez, placer sólo a los sentidos.
Cuando salgas, revisa tus bolsillos, tal vez encuentres un puñadito de arena
;-)

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Reinventado por Bitter & Sweet a las 16:41

7 Comments:

Señoritaaaaaaaaaa

ya volvío, me alegro mucho.
Ojalá la arena provocara eso en mi. De un tiempo a esta parte, mis gustos han cambiado, y la arena no me parece tan excitante. Lo peor es cuando se mete en lugares hinospitos.
Me quedo con la picina y el pasto.

Besos. Nos debemos un almuerzo. Mil cosas por contar.

3:33 a. m., noviembre 03, 2006  

sii, cuando la arenita se mete en los ioditos...jaja

creo k al terminar de leer encontre algo mas en mis bolsillos... lo cual no es malo jajja

un abrazo y a respirar k todo brilla bajo el sol.

4:06 a. m., noviembre 03, 2006  

Siempre he pensado que la arena y el mar tienen un extraño poder curativo. Me alegro que lo hayas podido disfrutar y más aún que hayas podido guardar tan vívidamente cada sensación...porque siempre que la necesites estará ahí esperando para reconfortarte.
Un abrazo.

8:09 a. m., noviembre 03, 2006  

A veces sólo eso basta, un tiempo a solas, son elementos de la naturaleza que nos reconectan.

saludos

8:34 p. m., noviembre 03, 2006  

Describes magníficamente esas sensaciones: playa, arena, mar, embriaguez de dejarse fluir. Desprendimiento.
A lo largo de la vida, estamos entrando y saliendo, como bien expresas. Nosotros mismos y los afectos que nos rodean vamos y venimos. Siempre en la búsqueda.

9:00 p. m., noviembre 06, 2006  

Qué rico tu post!!! :) Se ve que fue un viaje nutritivo, de quedar livianita y feliz. Me alegra!!

Y eso de la arena en los bolsillos me recordó un momento en el supermercado con ella. Metí la mano en el bolsillo trasero y encontré eso: arena. Y le dije, "ira, mete la mano... ¡es arena que quedó de nuestro finde en la playa!". Fue un pequeño lindo momento :)

6:37 a. m., noviembre 08, 2006  

a mi también cuando voy a la playita juego con la arenita, eso representa la rutina, una siempre va y vuelve por el mismo lado

3:02 a. m., noviembre 29, 2006  

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