DULCE y AMARGO... Reinventarse en ambos.
miércoles, 20 de febrero de 2008
ALGUNAS NOCHES DE INSOMNIO
Es curioso cómo a menudo, recurro al mismo cuento, cada vez que tengo insomnio...
Pero la sensación de libertad con la que me quedo, es la que me hace descansar en paz.
Tal vez por ello, consigo dormir luego...
Sueño de Dédalo, Arquitecto y Aviador.
Una noche de hace miles de años, en un tiempo que no es posible calcular con exactitud, Dédalo, arquitecto y aviador tuvo un sueño.
Soñó que se encontraba en las entrañas de un palacio inmenso, y estaba recorriendo un pasillo. El pasillo desembocaba en otro pasillo y Dédalo cansado y confuso, lo recorría apoyándose en las paredes. Cuando hubo recorrido el pasillo, llegó a una pequeña sala octogenal de la cual partían ocho pasillos. Dédalo empezó a sentir una gran ansiedad y un deseo de aire puro. Enfiló un pasillo, pero este terminaba ante un muro. Dédalo lo intentó siete veces hasta que, al octavo intento enfiló un pasillo largísimo que train una seria de curvas y recodos desembocaba en otro pasillo. Dédalo entonces se sentó en un escalón de mármol y se puso a reflexionar.
En las paredes del pasillo había antorchas encendidas que iluminaban frescos azules de pájaros y de flores.
Solo yo puedo saber como salir de aquí, se dijo Dédalo, y no lo recuerdo.
Se quitó las sandalias y empezó a caminar descalzo sobre el suelo de mármol verde. Para consolarse se puso a cantar una antigua canción que había aprendido de una vieja criada que lo había acunado en la infancia. Los arcos del largo pasillo le devolvían su voz diez veces repetida. Solo yo puedo saber cómo salir de aquí, se dijo Dédalo, y no lo recuerdo.
En aquel momento salió a una amplia sala redonda, con frescos de paisajes absurdos. Aquella sala la recordaba, pero no recordaba por qué la recordaba. Había algunos asientos forrados con lujosos tejidos y, en el centro de la habitación, una ancha cama. En el borde de la cama estaba sentado un hombre esbelto, de complexión ágil y juvenil. Y aquel hombre tenía una cabeza de toro. Sostenía la cabeza entre las manos y sollozaba. Dédalo se le acercó y posó una mano sobre su hombro. ¿Por qué lloras?, le preguntó. El hombre liberó la cabeza de entre las manos y lo miró con sus ojos de bestia. Lloro porque estoy enamorado de la luna, dijo, la vi una sola vez, cuando era niño y me asomé a una ventana, pero no puedo alcanzarla porque estoy prisionero en este palacio. Me contentaría sólo con tenderme en un prado, durante la noche, y dejarme besar por sus rayos, pero estoy prisionero en este palacio, desde mi infancia estoy prisionero en este palacio. Y se echó a llorar de nuevo.
Y entonces Dédalo sintió un gran pesar y el corazón comenzó a palpitarle fuertemente en el pecho. Yo te ayudaré a salir de aquí, dijo.
El hombre-bestia levantó otra vez la cabeza y lo miró con sus ojos bovinos. En esta habitación hay dos puertas, dijo, y vigilando cada una de las puertas hay dos guardianes.
Una puerta conduce a la libertad y otra puerta conduce a la muerte. Uno de los guardianes siempre dice la verdad, el otro miente siempre. Pero yo no sé cuál es el guardián que dice la verdad y cuál es el guardián que miente, ni cuál es la puerta de la libertad y cuál es la puerta de la muerte. Sígueme, dijo Dédalo, ven conmigo.
Se acercó a uno de los guardianes y le preguntó: ¿Cuál es la puerta que según tu compañero conduce a la libertad? Y entonces se fue por la puerta contraria. En efecto, si hubiera preguntado al guardián mentiroso, éste, alterando la indicación verdadera del compañero, les habría indicado la puerta del patíbulo; si, en cambio, hubiera preguntado al guardián veraz, éste, dándoles sin modificar la indicación falsa del compañero, les habría indicado la puerta de la muerte.
Atravesaron aquella puerta y recorrieron de nuevo un largo pasillo. El pasillo ascendía y desembocaba en un jardín colgante desde el cual se dominaban las luces de una ciudad desconocida.Ahora Dédalo recordaba, y se sentía feliz de recordar. Bajo los setos había escondido plumas y cera. Lo había preparado para él, para huir de aquel palacio. Con aquellas plumas y aquella cera construyó hábilmente un par de alas y las colocó sobre los hombros del hombre-bestia. Después lo condujo hasta el borde del jardín y le habló.
La noche es larga, dijo, la luna muestra su cara y te espera, puedes volar hasta ella.El hombre-bestia se dio la vuelta y lo miró con sus mansos ojos de bestia. Gracias, dijo.Ve, dijo Dédalo, y lo ayudó con un empujón. Miró cómo el hombre-bestia se alejaba con amplias brazadas en la noche, volando hacia la luna. Y volaba, volaba.
Pero la sensación de libertad con la que me quedo, es la que me hace descansar en paz.
Tal vez por ello, consigo dormir luego...
Sueño de Dédalo, Arquitecto y Aviador.
Una noche de hace miles de años, en un tiempo que no es posible calcular con exactitud, Dédalo, arquitecto y aviador tuvo un sueño.
Soñó que se encontraba en las entrañas de un palacio inmenso, y estaba recorriendo un pasillo. El pasillo desembocaba en otro pasillo y Dédalo cansado y confuso, lo recorría apoyándose en las paredes. Cuando hubo recorrido el pasillo, llegó a una pequeña sala octogenal de la cual partían ocho pasillos. Dédalo empezó a sentir una gran ansiedad y un deseo de aire puro. Enfiló un pasillo, pero este terminaba ante un muro. Dédalo lo intentó siete veces hasta que, al octavo intento enfiló un pasillo largísimo que train una seria de curvas y recodos desembocaba en otro pasillo. Dédalo entonces se sentó en un escalón de mármol y se puso a reflexionar.
En las paredes del pasillo había antorchas encendidas que iluminaban frescos azules de pájaros y de flores.
Solo yo puedo saber como salir de aquí, se dijo Dédalo, y no lo recuerdo.
Se quitó las sandalias y empezó a caminar descalzo sobre el suelo de mármol verde. Para consolarse se puso a cantar una antigua canción que había aprendido de una vieja criada que lo había acunado en la infancia. Los arcos del largo pasillo le devolvían su voz diez veces repetida. Solo yo puedo saber cómo salir de aquí, se dijo Dédalo, y no lo recuerdo.
En aquel momento salió a una amplia sala redonda, con frescos de paisajes absurdos. Aquella sala la recordaba, pero no recordaba por qué la recordaba. Había algunos asientos forrados con lujosos tejidos y, en el centro de la habitación, una ancha cama. En el borde de la cama estaba sentado un hombre esbelto, de complexión ágil y juvenil. Y aquel hombre tenía una cabeza de toro. Sostenía la cabeza entre las manos y sollozaba. Dédalo se le acercó y posó una mano sobre su hombro. ¿Por qué lloras?, le preguntó. El hombre liberó la cabeza de entre las manos y lo miró con sus ojos de bestia. Lloro porque estoy enamorado de la luna, dijo, la vi una sola vez, cuando era niño y me asomé a una ventana, pero no puedo alcanzarla porque estoy prisionero en este palacio. Me contentaría sólo con tenderme en un prado, durante la noche, y dejarme besar por sus rayos, pero estoy prisionero en este palacio, desde mi infancia estoy prisionero en este palacio. Y se echó a llorar de nuevo.
Y entonces Dédalo sintió un gran pesar y el corazón comenzó a palpitarle fuertemente en el pecho. Yo te ayudaré a salir de aquí, dijo.
El hombre-bestia levantó otra vez la cabeza y lo miró con sus ojos bovinos. En esta habitación hay dos puertas, dijo, y vigilando cada una de las puertas hay dos guardianes.
Una puerta conduce a la libertad y otra puerta conduce a la muerte. Uno de los guardianes siempre dice la verdad, el otro miente siempre. Pero yo no sé cuál es el guardián que dice la verdad y cuál es el guardián que miente, ni cuál es la puerta de la libertad y cuál es la puerta de la muerte. Sígueme, dijo Dédalo, ven conmigo.
Se acercó a uno de los guardianes y le preguntó: ¿Cuál es la puerta que según tu compañero conduce a la libertad? Y entonces se fue por la puerta contraria. En efecto, si hubiera preguntado al guardián mentiroso, éste, alterando la indicación verdadera del compañero, les habría indicado la puerta del patíbulo; si, en cambio, hubiera preguntado al guardián veraz, éste, dándoles sin modificar la indicación falsa del compañero, les habría indicado la puerta de la muerte.
Atravesaron aquella puerta y recorrieron de nuevo un largo pasillo. El pasillo ascendía y desembocaba en un jardín colgante desde el cual se dominaban las luces de una ciudad desconocida.Ahora Dédalo recordaba, y se sentía feliz de recordar. Bajo los setos había escondido plumas y cera. Lo había preparado para él, para huir de aquel palacio. Con aquellas plumas y aquella cera construyó hábilmente un par de alas y las colocó sobre los hombros del hombre-bestia. Después lo condujo hasta el borde del jardín y le habló.
La noche es larga, dijo, la luna muestra su cara y te espera, puedes volar hasta ella.El hombre-bestia se dio la vuelta y lo miró con sus mansos ojos de bestia. Gracias, dijo.Ve, dijo Dédalo, y lo ayudó con un empujón. Miró cómo el hombre-bestia se alejaba con amplias brazadas en la noche, volando hacia la luna. Y volaba, volaba.
Antonio Tabucchi / Sueños de sueños.
Reinventado por Bitter & Sweet a las 00:29
Es increible !!! Anoche alguien me hablaba de un tunel-pasillo donde estaba atrapada, y que no sabia como salir, que no veia la luz, solo sabia que queria encontrala antes de que fuera demasiado tarde.
Es que despues de leer este maravilloso, maravillosos cuento, no lo puedo creer.
Señales?
Como saberlo... como saber cual es el guardian bueno del malo dentro de la cabeza y el corazon, como saber si no estas cayendo en las mallas de lo que tu alma espera, que mas que beneficio propio, es consecuencia de cosas limpias y bien hechas, sin importar los resultados.
Señales?
Esto lo escribiste tu, sin que siquiera lo hayamos hablado....
y qlguien anoche me hablaba de pasillos y libertad.
Too much!!!
Tienes la virtud de dejarme muda!
A este texto le puedo dar mil interpretaciones que tienen que ver con mi vida...
Una: he andado en los últimos tiempo como Dédalo cansada y confusa... que a veces siento una gran ansiedad y deseos de aire puro... que me he dado contra un muro también...
Dos: que solo yo se como salir y a veces no lo recuerdo... y que los arquitectos tenemos la manía de dejar señales que nadie ve... plumas bajo los setos
Tres: que historias como esta hacen que me guste llamarme Luna
Un beso
no sé si me provoca la libertad este cuento, pero me da otras sensaciones que son
la búsqueda
y ese encontrar que sólo tenemos al interior de cada uno
.
las preguntas en donde aquellas respuestas también
se pueden inferir desde nuestro interior
.
me gusta reflexionar aqui
.
un beso linda ^^
Mi querida Amiga Patchwork:
Estas semanas de sincronía alucinante en nuestras vidas, las señales han sido nuestro elemento.
Nuestros pasillos....
Nuestras libertades...
ESOS pasillos...
ESAS libertades...
Sabes algo? Hemos sido consecuentes con nosotras mismas. ESA es la señal mas potente que nunca nos dejará.
Te quiero.
Guidai ya de casa:
1. Busca tu aire, pero primero túmbate en un sitio fresco para inhalar y exhalar.
2. Intenta recordar-te, para reinventar-te. Y si dejas plumas (a mi me encantan), las utilizaré para ayudarte a recordar.
3. Tu interior llevará el nombre que te haga sentir-te.
Un abrazo de chocolate, para que no enmudezcas.
Matilde querida:
Me gusta mucho cuando te pasas por aquí, y me gusta más si la infusión y las galletas que siempre tengo para los seres queridos, te hacen pasar un buen momento.
Pues si, nuestro interior es muy potente así como mesurado; Pero a veces no lo escuchamos por la prisa que reina fuera y la bulla ensordecedora que nos hace distraer la mirada hacia otros sitios. Pero si... todo viene desde ahí.
Besos back
Para mí ....el acercamiento de Dédalo, quien ante los sollozos del Minotauro pone una mano en el hombro de éste y le lleva a sentir "un fuerte sentimiento de zozobra en el corazón" y le impele a ofrecerle ayuda para que éste logre su contentamiento al ser besado por los rayos de la luna, le orienta a elegir sabiamente la puerta que los conducirá a la libertad, lo que no sucedía al inicio del cuento cuando Dédalo sólo reflexionaba y no lograba recordar el saber que le conduciría a la libertad.
La memoria mas que gobernada por la reflexión lo es por el sentimiento. El afecto que alguien nos puede movilizar, a partir de su propio deseo, nos hace desear y es lo que nos arranca finalmente de la muerte, nos da contentamiento, nos hace encontrar la salida....ser besado y amado es lo que nos arranca de la muerte...pero no sin que medie otro.
Gran texto....
Besos de Luna también para Usted.
Ojitos:
Cierto, gran texto.
Al final, como lo decia en unos post atras, es sentir, no ver...
Sentir sentidamente hasta que podamos experimentar haber arrancado de la muerte
Un abrazo
La consecuencia a veces cuesta, pero no es transable, simplemente a estas alturas de la vida, y despues de la polvereda alucinante de nuestras propias historias, no hay mas camino que uno, el nuestro, nuestra ley y quienes somos en esencia.
Quienes quieran compartir el resto del camino limpiamente, bienvenidos al tren!!!
(ja! y cuanta gente quedo y quedara sin haber entendido nada, varadas en estaciones de puertas batientes, llevadas por el viento).
Patchwork:
No tengo cuenta de todas esas personas que quedaron en el camino... siento que es mucho pero ya no miro para comprobar.
A por un camino limpio!!
El mio comenzó la noche del viernes... ya te contaré los detalles.
besos
muchas veces tenemos insomnio.. yo por ejemplo, lo tengo muy a menudo.. cuando tengo algo muy importante que hacer, cuando me da la pensadera, las preocupaciones.. en fin, por muchas situaciones.. es bueno leer para esoso casos!
pasaba a saludar y a leerte!!
besos!!!
Besos True Frog.
Me alegro saberte bien.
Un abrazo.