DULCE y AMARGO... Reinventarse en ambos.
jueves, 30 de noviembre de 2006
Continuando con la Historia...
Después de aquella tarde de domingo en que me reuní con la familia, me junté con las amigas de siempre, que estaban esperando mis señales, atacadas y comiéndose los dedos esperando saber como había resultado todo.
Me vieron entrar en el depto. donde se habían reunido y gritaron todas de nervios!!
De verdad fue histeria colectiva, reían, lloraban, gritaban. Un verdadero caos!
Me sentaron en una silla reservada, que parecía más bien una sala de interrogatorio de los tiras.
Éramos 4. Sentadas entre cigarros, cerveza y comida. Igual que en el tiempo del colegio, igual que en la universidad, hablando de nuestras vidas, nuestros sueños, los pololeos, los matrimonios de algunas y los hijos... igual como lo habíamos hecho los últimos 17 años. Sin importar gustos, colores, barrio, ni nada más que nosotras.
El edificio miraba los neones de plaza Italia que llegaron a ser nuestra iluminación, por el resto de la noche.
Relaté cada detalle, como queriendo memorizar eternamente la secuencia de lo vivido, tratando de explicar las sensaciones, describir las posturas, los semblantes. Todo detalle era absorbido, casi como si fuese maná de vida.
Esa noche tomé, como jamás lo he hecho y más allá de un dolor leve de cabeza, no me pasó absolutamente nada! creo que la euforia, los nervios, y la carga de tanto tiempo, ayudó a que estuviera más despierta y lúcida que nunca.
Entrada la madrugada, repartidos todos los abrazos y lágrimas, comenzaron las planificaciones.
A esa casa le faltan closet, exclamó Sh!!
Como casa antigua tradicional, tenia espléndidos espacios, pero ni un solo closet.
La pintura dejaba harto que desear en uno de los dormitorios y la cocina necesitaba ser modificada urgentemente. Ufff
No sé quién a esa altura, sacó una croquera y comenzó a listar tareas para la llegada de mi amiga... bah! si ya todas sabían...la llegada de mi amada, digo.
Y así fue como acordamos juntarnos en una semana, para comprar unos closet y armarlos en casa.
Sería un panorama excelente para el próximo fin de semana y eso me ayudaba a acortar la espera...
Me vieron entrar en el depto. donde se habían reunido y gritaron todas de nervios!!
De verdad fue histeria colectiva, reían, lloraban, gritaban. Un verdadero caos!
Me sentaron en una silla reservada, que parecía más bien una sala de interrogatorio de los tiras.
Éramos 4. Sentadas entre cigarros, cerveza y comida. Igual que en el tiempo del colegio, igual que en la universidad, hablando de nuestras vidas, nuestros sueños, los pololeos, los matrimonios de algunas y los hijos... igual como lo habíamos hecho los últimos 17 años. Sin importar gustos, colores, barrio, ni nada más que nosotras.
El edificio miraba los neones de plaza Italia que llegaron a ser nuestra iluminación, por el resto de la noche.
Relaté cada detalle, como queriendo memorizar eternamente la secuencia de lo vivido, tratando de explicar las sensaciones, describir las posturas, los semblantes. Todo detalle era absorbido, casi como si fuese maná de vida.
Esa noche tomé, como jamás lo he hecho y más allá de un dolor leve de cabeza, no me pasó absolutamente nada! creo que la euforia, los nervios, y la carga de tanto tiempo, ayudó a que estuviera más despierta y lúcida que nunca.
Entrada la madrugada, repartidos todos los abrazos y lágrimas, comenzaron las planificaciones.
A esa casa le faltan closet, exclamó Sh!!
Como casa antigua tradicional, tenia espléndidos espacios, pero ni un solo closet.
La pintura dejaba harto que desear en uno de los dormitorios y la cocina necesitaba ser modificada urgentemente. Ufff
No sé quién a esa altura, sacó una croquera y comenzó a listar tareas para la llegada de mi amiga... bah! si ya todas sabían...la llegada de mi amada, digo.
Y así fue como acordamos juntarnos en una semana, para comprar unos closet y armarlos en casa.
Sería un panorama excelente para el próximo fin de semana y eso me ayudaba a acortar la espera...
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Reinventado por Bitter & Sweet a las 22:19
Salir del armario supone mucho valor y entereza, en tu caso tuviste suerte porque tu familia y tus amigas no te rechazaron. A veces me pregunto qué pasaría si los heteros tuvieran que hacerlo que pasaría, seguro seríamos más tolerantes, vamos no me cabe duda.
También tengo tallado el día en que lo conté todo, aunque desde luego la reacción no fue ni remotamente parecida.
Te dejo un abrazo inmenso.
Me sigues encantando con la continuación de tu historia...
Dejo mi inquietud, espero que no sea nada personal su ausencia por mi rincón y que dejes enfriar el café de esta manera...
Como siempre un beso y mil más...
Sabés B&S, con tus palabras, me haces recordar el momento de mi propia confesión, y el después ...
Como manifiestas, cada detalle permanece grabado por siempre. Y el alivio que se siente al sincerarse con los afectos es un elixir de paz.-
Ay! Leí todo de un tirón... seguiré leyendo. A veces, esas catarsis, dejar las censuras de lado y largarlo todo, es más que un ejercicio, una necesidad. Un abrazo!!
te dejo un gran abrazo de mochilera...!!!
wow, tres post de corrido y realmente!!!, como logran confirmarme lo gran mujer que eres, como los caminos recorridos y las historias pasadas te llevan a ser quien eres hoy, te envidio un poco sabes?, a mi creo que no me da la valentia aún, y no sé si algún día podré con mi familia, no lo creo, siento que los perdería
te felicito B&S!!, un abrazo grande, grande y un besote
Voy muy entretenida con tu historia.
Y sabes? Yo me metí a esto del blog cuando estaba mal. Cuando mas que nunca necesitas saber que no eres la única persona en el mundo. Y sabes? He conocido historias, personas, que viven igual que una. Que sufren como una, o que tienen el valor que necesitamos.
En fin. Con la cantidad de años que conozco internet, esta es la primera vez que siento que he conocido personas de verdad!
Vamos! Espero tu nuevo reporte!!
Cariños...
hola:
he estado leyendo tu blog y me gusto mucho, ojala todas tuvieramos el valor para hablar con nuestras familias sobre nuestra identidad.
saludos
Respeto tu pausa... sigo atenta tu historia...
Un beso y mil más...