DULCE y AMARGO... Reinventarse en ambos.
jueves, 27 de julio de 2006
Agradecida...
De buscar sanidad interior, de encontrar el espacio para más que aclarar, “declarar”. Y declarar sobre el presente, no sobre el pasado, no sobre lo que no se hizo o no se dijo o buscar razones de porque no resultó.
De poder mirarse otra vez tan relajadamente como antaño, con cariño, sin corazones apretados. Sin ninguna expectativa más que de borrar los malos intermedios y ser capaces de relacionarse sana y limpiamente otra vez.
De dejar lo malo, recoger lo bueno, cosechar lo relevante y no dejar diluido el tiempo. De ser mujer grande.
De terminar con un amor que como fuese: fue! y comenzar un relacionarse natural.
De reconocer lo importante, lo bonito y constructivo que fue y que hoy pese a que no haya resultado como relación, podemos tenernos como buenas personas, en las cuales confiar porque nos conocemos y quien sabe… tal vez cultivar una amistad con el tiempo.
De abrazar genuinamente sin sentimientos encontrados, ni nada que ate, más que las buenas ganas y los buenos deseos para una persona que se estima muchísimo.
De poder incluso, hablar tranquilamente del nuevo amor que inunda nuestras vidas.
Agradecida de poder decir adiós como corresponde. Sin pena, sin recuerdos, sin rabia.
Solo deseando lo mejor, congratulandonos de lo grato que fue el momento.
Agradecida de volver a casa y abrazar tan fuerte como pude, al amor que me colma.
Estoy agradecida.
Ahora sigo mi camino en paz y feliz.
jueves, 20 de julio de 2006
Para todas y para mí !!!
- la habilidad de percibir y aprender nuevas maneras,
- la tenacidad de atravesar senderos turbulentos y
- la paciencia de aprender el amor profundo con el tiempo.
martes, 18 de julio de 2006
El curso natural
Conectada a mi IPod con un volumen importante, como nunca renuncié a mis compulsivos buenos modales y no respondí a las señas que me hacía el conductor, solo hasta que se detuvo y se giró para hablarme.
Luego de darle las indicaciones que me pidió, continué escuchando mi música y repasando los cortes profundos de esta cirugía, que está en marcha.
Mirando el parque a la mediana velocidad del auto, corrieron lágrimas por mi mejilla derecha, pero tampoco me importó.
… sabe que algo pasa, pero no tengo ganas por vez primera de hablar. No tengo ganas de repetir cómo son las cosas, cómo las veo, cómo las siento. Me preguntó incluso qué pasaba si ya me había rendido, respondí cualquier cosa: un poco verdad, un poco evasiva. Ya no tiene el mismo significado supongo... Es que de verdad no tenía ganas de hablar. Si hace tanto no me escucha, esta vez tampoco lo hará y estuvo bien así.
Sabe que algo pasa…
Me incorporé al presente otra vez, cuando el Taxi se detuvo en mi destino (que fue pensadamente a 3 cuadras de mi oficina para no perderme el rito de caminar y respirar antes de entrar a la vorágine diaria) sequé mis acotadas lágrimas, pagué, mire el solcito que se enarbolaba por la mañana y la música me abrigó como nunca.
Cortes, incisiones, cocidos primeros… todos lavados por un bálsamo regenerador que proviene desde dentro. Viene des de mi. Bien!!
Todo sigue su marcha.
domingo, 16 de julio de 2006
está bien para hoy...
Cirugía mayor
Y por esas cosas de la vida en ese justo momento escuché el dialogo entre Julia y Ava More.
- No tengo ningun lugar donde ir, con lagrimas en el cara decía Ava
- Y Julia en un monologo soberbio le contestó: Te tienes a ti misma, eres capaz de reinventarte. Eres capaz de salir de las cenizas y volar hacia otra parte tal como el Ave Fenix.
- Ava secó sus lágrimas y dio por acusada la arenga.
Algunas tardes atrás, este hombre que es el único de decirme la verdad en mi cara, también me dijo algo parecido. Escuché con dolor incluso, algunas de las cosas (todas verdades) que me propinó a medio centímetro en ese café.
Hace tantas noche que ya he dejado de dormir bien y sé que por esta crónica de muerte anunciada que recién hoy quiero ver... que recién hoy me atrevo a enfrentarla.
Cuando regresé de mi largo viaje, pensé que mi alma chascona encontraría el acomodo inteligente en casa, pensé que los descubrimientos traídos en este bolso, me harían capaz de cambiar las cosas... tal vez no cambiarlas sino adaptarlas... pero me encuentro aquí otra vez con el cartel de frente : REINVENTARSE!!
Quizás antes de mi viaje, estuvo aquí de frente y no quise leerlo, o tal vez me estaba esperando para leerlo más descansada. Como sea, los viajes también traen algo de frenético impulso renovador...
MI alma sigue chascona y necesito darle el espacio que merece, que hace tanto tiempo espera, que hace tanto debe tener. Ya no puedo hacer arreglitos, no puedo pretender que un simple make up cambien las formas, las costumbres, las esencias... mis palabras resuenan y recordé el silencio, ese silencio que me hizo ver mas allá de mi misma.
Yeap! Se requiere una cirugía mayor. Una cirugía profesional, un corte incisivo que de verdad sea renovador.
Creo que el hastío, el cansancio y las muchas noches sin dormir, han tomado parte en esta escena también, pero más aun un viaje maravilloso que me hizo tomar cuenta que lo mejor esta aquí y depende de mi. Siendo así que mejor que REINVENTARSE!!
Mmmm... debo agendar una hora al cirujano. Atenderán en domingo?
viernes, 14 de julio de 2006
Las vivencias de Vitácora
Logré entender cómo llegar al hotel y traté de hacerlo caminando, hasta que reparé que no había calles para peatones, solo highway!!. Ok. da igual mis garabatos pues nadie entiende ni jota. Pero tuve que caminar, pues ya me habían advertido que no me entenderían dando instrucciones de calles. Nadie hablaba siquiera inglés! Eran alrededor de las 8:45 de la noche, había por lo menos 30º de calor, cargada con mochila al hombro, mapita en una mano y agua en la otra.
Luego de 28 cuadras, aparece un edificio de 50 pisos! (en esas 28 cuadras se viven vidas paralelas, pero eso es historia de otro post). Las habitaciones eran más bien departamentos. Fui feliz cuando me desplomé en la gran cama que me esperaba. No sé cuánto tiempo cerré los ojos, pero me desperté con un murmullo un poco fuerte. Fue extraño, pues pese a que se escuchaba una masa muy grande murmurando "algo", no lograba escuchar bien que era. Al abrir los ojos vi una gran flecha verde en el techo, en dirección a una de las ventanas. Pensé en otra forma de indicar alguna vía de escape. Curiosa fui hasta la ventana y cuando corrí las cortinas, me encontré con una inmensa Mezquita a unas 7 cuadras de distancia. La imagen verdaderamente me impresionó. Menos adormilada me di cuenta que el murmullo, eran cientos de voces que salían de todas partes recitando como en letargo… mmm tenia que investigar.
Tema aparte fue cuando decidí tomar una ducha y aun refregando mis ojos para abrirlos mejor, veo cómo una gran Iguana sale del baño a paso apresurado, en dirección al living.
Pegué un grito tan fuerte, que creo que hasta el murmullo se detuvo. Salté cama arriba y luego pensé en lo ridículo de la imagen, así que bajé decidida a buscar a mi compañero de habitación, pero no hubo caso. Había desaparecido!!
Bajé a la recepción, alegando por lo ocurrido. Me cambiaron de habitación desde el piso 32 al 45!. La vista la tengo aun pegada a mi cornea y estómago.
A la mañana siguiente ya recuperada, me siento distraídamente entre los casi 400 participantes. Un día normal hasta que de pronto la gran mayoría de estas personas, salen del salón a medio día sin casi hacerse escuchar. Y lo mismo ocurrió los días siguientes, fuera donde estuviéramos. Al preguntar me señalan que la salida masiva es debido a la costumbre de orar y en aprticualr la oración de las 12:00.
- Quéééé???
Todos los días en horarios fijos, mirando a la Mezquita central, se realiza un rezo….
- Ahhhh ese murmullo medio aletargado!! Ahora entiendo y la mezquita central supongo será la que vi desde mi habitación. Ahí fue cuando me explicaron que la gran flecha verde del techo, era para indicar la dirección a la cual se debía dirigir la oración arrodillada.
Terminada la semana, el día viernes fue realmente digno de fotografiar (aunque me lo prohibieron) Ese día en particular, es la oración central de la semana y también a medio día. Todos los lugares se detienen, incluso el tránsito. Todas las Mezquitas se repletan para el rezo de costumbre. Tanto así es, que el comedor de nuestro lugar de reuniones (un gran salón por cierto) lo convirtieron en sala de oración. Cargado de colchonetas y llenos de flores exquisitas. No hubo nadie que no se hincara a rezar, salvo los que tuvimos que detener nuestras obligaciones occidentales.
Levantados todos de sus rezos, veía rostros nuevos, casi ungidos, descansados pese a lo letargoso que me parecía el rito cada vez que lo vi o escuché.
Me acerqué a uno de mis compañeros lugareños y le pregunté: cuál era la razón de tu rezo, que pedía?
Me miró como extrañado y me contestó: yo sólo doy gracias!!
Esa noche medité en todas aquellas cosas que he tenido la fortuna de experimentar, sentir, ver, tocar, aprender, resolver, amar... incluso recordé aquellas cosas que han provocado dolor, angustia y hasta desesperación en mi vida. Medité en recuerdos tontos incluso; lloré por horas y no pude sacar de mi cabeza la expresión de mi compañero. Era tan simple, tan colosal...
Esa noche tuve una larga conversación con Dios.
Y mi mochila consiguió su primer cargamento local: recordar todo lo bueno que mi vida tiene.
LA FOTO: S. Salgado consiguió una muy buena toma de la Mezquita de Isticlal, la que estaba a distancia de mi habitación. Es la mayor del mundo. Sólo la planta baja puede dar cabida a 10.000 personas.
Saltando de una idea a otra
Mmmm... pensé: qué tan largo será este invierno??... qué tantos cuentos deberé buscar, leer o contar, para pasar las horas de esta estación. Rápidamente mi cabecita comenzó a hurgar en esos rincones divertidos que almacenan tanta locura posible que a ratos me sorprende.
Evoqué un lugar con una chimenea de piedra, un futón muy mullido, tapada con una manta felpuda y un libro grande entre las manos. Un chocolate caliente y un cigarro a medio fumar dejado descuidadamente a un lado... bien predecible la imagen en realidad ja!
Pero desde ahí siguió mi cabecita.
Alguien tocaba la puerta buscando ayuda con su auto descompuesto. La típica panne que muchas mujeres no conocen: un pistón estaba roto. Sí, se había quebrado.
Entre la algarabía de la mujer, siendo ya casi de noche y en invierno, no logré reparar mucho en ella, sólo en su problema.
- No anda, me dijo, agitando sus manos.
- Esbocé una sonrisa entre pícara y un poquito burlesca. Miré el motor que además olía a recalentado. Mmmm creo es un pistón - sentencié con mi mejor voz.
- Un pistón? y que mierda es eso? Y está roto?
- Tal vez por el frío, le dije (fue lo primero que se me ocurrió decirle).
- Que voy a saber sho, que es un pistón, me señaló.
- Mira, acércate. Eso chiquito, que está debajo de esta cajita son los pistones. Me miró como tratando de entender el perfecto mandarín que pareciera que yo hablaba.
Así de cerca, recién reparé que era la mujer de un cantante muy famoso. Trasandina ella, santiaguino él, pero ya radicados en los países de más al norte. A la velocidad de la luz, se me vino a la memoria, todas las historias escuchadas y la farandulilla criolla haciendo comentarios sobre la discutida sexualidad de ambos y el matrimonio por conveniencia…
- Entonces? me dijo tocándome el hombro. Yyyy qué hacemos?
- Qué hacemos???? repetí en automático. Mmmm, llamemos a una grúa para que se lleve tu auto.
- Grúa?? me dijo con cara de ñoña... ufff de verdad llegué a pensar que ella escuchaba solo mandarín. Tan guapas algunas, pero tan insulsas.
- Sí Grúa, unos camiones grandes que mediante poleas, transportan tu auto a un mecánico para que reparen el daño.
- Aaah! no. En grúa? no voy a ninguna parte. Tenés teléfono?
- Claro pasa.
.... aló, bueno, si bueno. Soy sho. El carro esta descompuesto y no shego a tiempo. Podés venir por mí? Que decís boludo? Sha. Avisá a los chicos y decíle a Marti que sha tengo el móbil de Peca. Sho me encargaré de lo demás. Yyyyy pues nada, Sha veré yo.
(yo mirando mi cigarro y mi chocolate: ya fríos y mustios...)
- Me mira como entre perdida y desconsolada. Te puedo dejar las shaves de mi carro? Podés hacerte cargo?
- Eeeeh oye, pero mira, son las 21:50. No tengo idea de tus datos ... bueno digo, no confío mucho en los hombres de la grúa para llegar y entregar las llaves de tu auto.
- Daaaaale, cheeé no es mi carro, así que da igual. No puedo seguir conduciendo así.
- Así... así como?
- Cheeee estoy muerta, demasiado para una noshe. Voz no entendés el día de mieeerda que traigo y... siguió hablando mientras salía en dirección al auto y sacaba su cartera y un bolso pequeño. Tomá. Te dejo mi número, shamáme mañana. Gracias de verdad. Eres una linda.
Y en medio del frío, la calle y su auto abierto, me propinó unos de los mejores besos que me han dado en la vida!!
Piiiiiiiiiiiiiiiiiii, sonó una alarma del metro anunciando el cierre de puertas en estación Baquedano, pese al volumen de mi música, menos mal que escuché a tiempo y logré bajarme.
Me reí sola al bajar y pensé que Sí. Tengo muchas historias que recordar para este invierno. Después de todo, creo que no será tan largo…
jueves, 13 de julio de 2006
Desde el lugar donde estoy
Era como si estuviera esperándome...
Al principio fue todo caos, no entendía mucho.
Tanta gente, tantas salas de espera, tantas horas de diferencia, tantos colores nuevos, no sé cuántos dialectos y la raza humana se hace entender igual... igual se vive, igual se sobrevive...
Fue como nunca cuando me hizo sentido lo "dulce y lo amargo" de la vida, de cada día, de cada momento y cosa que pasamos, en toooodos los ámbitos que nos rodea, toda la gente que se vincula a nosotros.
Lo dulce y lo amargo de las esperas, lo dulce y lo amargo de las vivencias, lo dulce y lo amargo del comunicarse, lo dulce y lo amargo de encontrar un espacio, un lugar, o una forma... es amargo, pero también dulce entenderse.
Por suerte, mi carga era relativamente liviana y eso hacia mi paso ágil. Sin embargo, en la medida que recorría más lugares, me fui llenando de cada sitio. Tanto así, que tuve que comprar un bolso extra, para depositar ahí todo lo nuevo. Lo aprendido, lo escuchado, lo mirado, y sobre todo lo que mi interior atesoraba. Cientos de noches, tuve que dedicarme a seleccionar cada cosa para priorizar espacio. Desechando y volviendo a depositar… Ufff todo un proceso!!
En lugares tan lejanos y desconocidos, tuve la oportunidad de ser nadie, y también tuve la oportunidad de ser Reina. Todos los días fue sinceramente una aventura. Aprendí a valorar como nunca el silencio, aprendí que mis palabras a ratos rebotaban más fuerte de lo que creía. Y en culturas milenarias como las visitadas, se agradece el ejercicio casi forzoso del silencio. Es la única manera de detenerse y aun entre la bulla excesiva de ciertos días y los laberintos de callejuelas que me tocaba sortear, igual era necesario callar.
Tuve tiempo de observar. Gestos, costumbres, rostros, construcciones de sociedades internas y externas. Lo que se ve a simple vista, lo que se observa caminando un poco mas adentro. Por algo se dice que “donde fueras has lo que vieras”… todo un descubrimiento que me dejaba exhausta, pero valía la inversión de tiempo.
En los días que no fui Nadie, hice tantas cosas locas, tantas cosas ajenas a quien hoy soy; pensé en lo impensable; comí lo exótico; compré rarezas; conversé de temas que no conocía; aprendí a desordenarme de verdad. Canté a pulmón desgarrado. Fui una vagabunda que al no ser nadie, tuvo más derecho que alguno. Pues nadie esperaba nada de mi, nadie decía nada de mi, al contrario. Nadie incluso daba nada por mi.
En los días que fui Reina, me acicalé el alma de mirras; me vestí con cedas que venían a ofrecerme sin pedir nada a cambio. Fue tan divertido jugar entre ellas y dejar que su suavidad me tocarán hasta el corazón, pero fue ahí cuando reparé en las cosas a las que he renunciado, en las personas que me abandonaron o yo dejé, en lo que me he convertido o en lo que no he alcanzado a mutar aun. Cuántas veces la moda del tiempo nos convierte en esclavos del mismo…
Meses de aprendizaje, meses de cosas tan dulces que iluminaron cada noche, y cosas tan amargas que me obligaron a forzarme y doblegarme.
Parada estoy, con la simpleza más genuina que he tenido en toda mi vida, descansada al entender que el armazón es arma de vida, que no se puede ser esclava de algo y alguien; que todo lo que hay dentro existe, no son espejismos; que pasarán miles más; habrán cientos de salas de espera; más dialectos aun… Con todo, habrá un espacio que será solo mío y para siempre. Esa fue ganancia de mi viaje.
Cada noche, al sacar mis colecciones de objetos y sentidos traídos de mi viaje, es una nueva oportunidad de reinventarme.
He regresado de un largo viaje, una aventura que agradezco.
Mis pelos realmente se han despeinado. EN HORA BUENA!!
miércoles, 12 de julio de 2006
Otra vez en casa!
Mmmm hay más tierra de lo que pensaba...
cof cof...
hay que poner muchas luz por acá...
MENTIRAS telararañas!!!
Dios!! cuánto tiempo ha pasado?? en fin, esta limpieza tardará unos dias, pero quedará como nuevo. Para reinstalarme y hacer cotidiano.
Fue largo el viaje, pero ya estoy de regreso !!